martes, 12 de noviembre de 2019

Todavía


Todavía


No lo creo todavía
estás llegando a mi lado
y la noche es un puñado
de estrellas y de alegría

palpo gusto escucho y veo
tu rostro tu paso largo
tus manos y sin embargo
todavía no lo creo

tu regreso tiene tanto
que ver contigo y conmigo
que por cábala lo digo
y por las dudas lo canto

nadie nunca te reemplaza
y las cosas más triviales
se vuelven fundamentales
porque estás llegando a casa

sin embargo todavía
dudo de esta buena suerte
porque el cielo de tenerte
me parece fantasía

pero venís y es seguro
y venís con tu mirada
y por eso tu llegada
hace mágico el futuro

y aunque no siempre he entendido
mis culpas y mis fracasos
en cambio sé que en tus brazos
el mundo tiene sentido

y si beso la osadía
y el misterio de tus labios
no habrá dudas ni resabios
te querré más
todavía.

©Mario Benedetti

lunes, 11 de noviembre de 2019

Me dueles


Me dueles


Mansamente, insoportablemente, me dueles.
Toma mi cabeza. Córtame el cuello.
Nada queda de mí después de este amor.

Entre los escombros de mi alma, búscame,
escúchame.
En algún sitio, mi voz sobreviviente, llama,
pide tu asombro, tu iluminado silencio.

Atravesando muros, atmósferas, edades,
tu rostro (tu rostro que parece que fuera cierto)
viene desde la muerte, desde antes
del primer día que despertara al mundo.

¡Qué claridad de rostro, qué ternura
de luz ensimismada,
qué dibujo de miel sobre hojas de agua!

Amo tus ojos, amo, amo tus ojos.
Soy como el hijo de tus ojos,
como una gota de tus ojos soy.
Levántame. De entre tus pies levántame, recógeme,
del suelo, de la sombra que pisas,
del rincón de tu cuarto que nunca ves en sueños.
Levántame. Porque he caído de tus manos
y quiero vivir, vivir, vivir.

©Jaime Sabines

Poema de la culpa


Poema de la culpa


Yo la amé, y era de otro, que también la quería.

Perdónala Señor, porque la culpa es mía.
Después de haber besado sus cabellos de trigo,
nada importa la culpa, pues no importa el castigo.


Fue un pecado quererla, Señor, y sin embargo

mis labios están dulces por ese amor amargo.
Ella fue como un agua callada que corría ...
Si es culpa tener sed, toda la culpa es mía.


Perdónala Señor, tu que le diste a ella

su frescura de lluvia y su esplendor de estrella.
Su alma era transparente como un vaso vacío:
Yo lo llené de amor. Todo el pecado es mío.


Pero, ¿cómo no amarla, si tu hiciste que fuera

turbadora y fragante como la primavera?
¿Cómo no haberla amado, si era como el rocío
sobre la yerba seca y ávida del estío?


Traté de rechazarla, Señor, inútilmente,

como un surco que intenta rechazar la simiente.
Era de otro. Era de otro que no la merecía,
y por eso, en sus brazos, seguía siendo mía.


Era de otro, Señor, pero hay cosas sin dueño:

Las rosas y los ríos, y el amor y el ensueño.
Y ella me dio su amor como se da una rosa
como quien lo da todo, dando tan poca cosa...


Una embriaguez extraña nos venció poco a poco:

Ella no fue culpable, Señor ... ni yo tampoco!


La culpa es toda tuya, porque la hiciste bella

y me diste los ojos para mirarla a ella.
Sí, nuestra culpa es tuya; sí, es una culpa amar,
sí, es culpa de un río cuando corre hacia el mar.


Es tan bella, Señor, y es tan suave, y tan clara,

que sería pecado mayor si no la amara.


Y por eso, perdóname Señor, porque es tan bella,

que Tú, que hiciste el agua, y la flor, y la estrella,
Tú, que oyes el lamento de este dolor sin nombre,
Tú también la amarías, ¡si pudieras ser hombre!


©José Ángel Buesa

lunes, 10 de abril de 2017

Cifras y letras


Cifras y letras

No hay palabras para decirte lo que siento
eso que sólo tú sabes.
Eres la medida de mi realidad
lo que gozo, lo que sufro, lo que quiero y lo que espero
y sólo le temo a una vida sin ti
sin tus risas, sin tus llantos, sin tus gritos, sin tus cantos
tus gemidos, tus susurros, tus silencios, tus palabras
y el cariño de tus ojos y tus manos y tus labios
y el amor de tu mentecorazón.
Ni cifras que te contengan
1 año, un mes y 21 días juntos
A mil quilometros de distancia
o 17 centimetros en el interior de tu cuerpo
siempre me haces feliz
y contigo soy uno
y, por ello, y con ello,
sin tu alma, mi alma espera
siempre, vida mía.

©Josep Calmet Esquius 31/03/2010

viernes, 24 de febrero de 2017

San Valentín 2017


El ser de mi vida, mi estrella errante,
el sueño, la calma y la mitad de mi alma,
mi techo, mi suelo, mi luz y mi aire,
quien quiero tener a mi lado, Gloria.
Feliz día de San Valentín, amor mío.

©2017 Josep Calmet